Hoy he ido a Moncloa a renovar la tarjeta de transportes de mi abono, de la zona A. Sí, me dijeron que tenía que hacerlo y después de varios días de lapsus, al final he hecho todo menos lo que tenía que hacer en realidad.
Es de esos días en los que te dices: voy a comprar el abono del metro.... y al final no lo haces. Pues yo no lo he hecho, pero creo que hice algo más productivo.
En primer lugar, decir que iba a insertar el artículo sobre el que me he informado para la renovación, aunque está en la página de la CRTM.
Vamos a probar el mes de noviembre a ver qué tal es esta nueva tarjeta. NO es por ser tacaña pero ¡no me gustó que te cobren cuatro euros!
Tiene sus ventajas, es segura y probablemente, de aquí a algún tiempo ya tendremos muchos una como esa. Sólo hay que pasarla por un lector, que está en la parte de arriba de donde se pica para entrar al metro por lo general y se supone que te la reconoce. Creo que ya he visto en funcionamiento algunas de ellas.
Eso sí, todo hay que decirlo y en referencia con el título de mi entrada ¡me han tratado bien! Y a todo el mundo que le traten bien les gusta, ¿no? NO me fui de allí pensando que me discriminarían, o que me atendieran borde. Ventajas de haber estado allí el día anterior, pero como la burocracia es así, me faltaba un papel.
Saludos, y hasta otra!
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